Este trabajo fue toda una gran experiencia fotográfica para mí. Nunca pensé que podía fotografiar de esta manera, muy diferente a la mía, pero que ahora me fascina. Anteriormente me interesaba más en los objetos, propiamente dichos; creo que no podía concebir en mis fotografías, que no estuviera como protagonista el objeto paradójico, lo fuera de lo común, dejando de lado la luz o las sombras que este posee.
Personalmente, creo que experimenté, en este trabajo número uno, todas las posibilidades que quería explorar, en algunas acerté y en otras fracasé. Pero la riqueza de este trabajo práctico, fue encontrarme con otro enfoque totalmente distinto a mi, que actualmente es el que más me atrae y que ahora en más, es lo que busco: La importancia de las sombras y la luz; el cómo un objeto, con su sombra y con la luminosidad que recibe, encuadrado de una determinada manera y trabajando con alturas y enfoques diferentes, crea una realidad totalmente distinta, sobresaliente, instaurando perspectivas distintas y plasmando uno de los objetivos principales: lograr que el observador no pueda distinguir a simple vista lo que está observando en la fotografía impresa.
La verdad que fue una placentera y experimental experiencia personal, en la cual progresé enormemente en este maravilloso mundo de la fotografía.
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